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El movimiento como herramienta clave en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático y estados de ansiedad


El trastorno de estrés postraumático (TEPT), los estados de ansiedad y las manifestaciones psicosomáticas son problemas graves que afectan la salud física y emocional de muchas personas. El movimiento y la fisioterapia se están convirtiendo en tratamientos cada vez más importantes para estas afecciones, ya que se centran en la conexión mente-cuerpo.
Mejora de la condición física y alivio de los síntomas psicosomáticos.

El trastorno de estrés postraumático (TEPT), las condiciones de ansiedad y los síntomas psicosomáticos son problemas graves que afectan la salud física y emocional de muchas personas. El movimiento y la fisioterapia se están convirtiendo en tratamientos cada vez más importantes para estas afecciones, ya que se centran en la conexión mente-cuerpo. Las personas que padecen trastorno de estrés postraumático o trastornos de ansiedad pueden experimentar aumento de la tensión muscular, dolores de cabeza, insomnio y otros síntomas físicos. Estas manifestaciones físicas suelen ser el resultado de una actividad constante del sistema nervioso simpático y un desequilibrio del sistema nervioso parasimpático.

En este blog veremos cómo el movimiento y la fisioterapia pueden impactar positivamente el trastorno de estrés postraumático, la ansiedad y los síntomas psicosomáticos y cómo estos métodos se centran en la relación fundamental cuerpo-mente.< /span>

Mejora de la condición física y alivio de los síntomas psicosomáticos


El movimiento regular y la fisioterapia mejoran la condición física, lo que puede tener un efecto positivo en las manifestaciones psicosomáticas. Mejorar la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio de los músculos puede ayudar a aliviar los síntomas físicos como el dolor, la tensión y la fatiga que a menudo se asocian con el trastorno de estrés postraumático y los trastornos de ansiedad. Esta mejora aumenta la confianza en uno mismo y la sensación de control sobre el propio cuerpo, lo que puede ayudar a aliviar los síntomas psicológicos.


Respiración y cambios psicosomáticos


La respiración es un factor clave que cambia durante los cambios psicosomáticos. Cuando una persona experimenta estrés o ansiedad, su respiración a menudo se vuelve más superficial y más rápida< abarca estilo="color: #374151;">. Esta forma de respirar puede provocar un aumento de la actividad del sistema nervioso simpático, la parte del sistema nervioso autónomo responsable de la respuesta de "lucha o huida".


Las técnicas correctas de respiración y relajación son un aspecto importante de la fisioterapia en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático y las condiciones de ansiedad. Aprender técnicas efectivas de respiración y relajación puede ayudar a los pacientes a mejorar su capacidad para controlar el estrés y la ansiedad, lo que puede tener un impacto directo en sus manifestaciones psicosomáticas. Estas técnicas también apoyan la conexión mente-cuerpo y mejoran el bienestar emocional general.


Como resultado de manifestaciones psicosomáticas, nuestra autopercepción subjetiva también puede cambiar. Por ejemplo, una persona que sufre estrés o ansiedad crónica puede comenzar a percibir su cuerpo como débil o enfermo, lo que puede provocar una disminución de su autoestima y de su satisfacción con la vida.
Cambios en la autopercepción subjetiva

Cambios en el sistema nervioso central y en el sistema nervioso autónomo


El sistema nervioso simpático estimula la producción de adrenalina y noradrenalina, hormonas que aumentan la frecuencia cardíaca, la presión arterial y el suministro de sangre a los músculos. Esto nos prepara para una reacción rápida en una situación estresante. Sin embargo, con estrés o ansiedad crónica, este sistema se activa constantemente, lo que puede tener consecuencias negativas para nuestra salud física y emocional.

Por otro lado, el sistema nervioso parasimpático, otra parte del sistema nervioso autónomo, es responsable de mantener el equilibrio y la regeneración del cuerpo. Con los cambios psicosomáticos se produce un desequilibrio entre los sistemas nerviosos simpático y parasimpático, lo que puede provocar diversas manifestaciones físicas y psicológicas.


Cambios en la autopercepción subjetiva


Como resultado de las manifestaciones psicosomáticas, nuestra autopercepción subjetiva también puede cambiar. Por ejemplo, una persona que sufre estrés o ansiedad crónica puede comenzar a percibir su cuerpo como débil o enfermo, lo que puede provocar una disminución en la autoestima y la satisfacción con la vida. Estas percepciones negativas pueden a su vez empeorar las condiciones psicológicas y provocar otras manifestaciones psicosomáticas.>p>


Mejorar la postura y los patrones de movimiento


La fisioterapia se enfoca en corregir los patrones de postura y movimiento que pueden verse afectados por estrés o trauma a largo plazo. Los patrones de postura y movimiento incorrectos pueden provocar dolor, tensión muscular y empeorar los síntomas psicosomáticos. Al trabajar con un fisioterapeuta para mejorar estos aspectos, los pacientes pueden reducir las molestias físicas y mejorar su movilidad, que tiene un efecto positivo en su salud mental y en la conexión entre cuerpo y mente.


Es importante no sólo abordar los síntomas físicos, sino también la salud emocional y psicológica del individuo.
Comprender la conexión mente-cuerpo

Aumentar la sensación de control y responsabilidad


Participar en fisioterapia y hacer ejercicio regularmente puede brindar a los pacientes una sensación de control y responsabilidad por su salud y su tratamiento. Esto puede aumentar la motivación, la confianza en uno mismo y el sentido de autoestima, que son aspectos clave de la recuperación de los trastornos psicológicos < /em>, como PTSD o ansiedad, y mejoras en los síntomas psicosomáticos.


Comprender la conexión mente-cuerpo es clave para tratar los síntomas psicosomáticos y mejorar la salud general. Es importante no solo abordar los síntomas físicos, sino también abordar la salud emocional y psicológica del individuo.

La integración de diversos enfoques terapéuticos, como fisioterapia, meditación, yoga, psicoterapia y farmacoterapia, puede ser eficaz para tratar los síntomas psicosomáticos y ayudar a las personas a lograr un equilibrio entre cuerpo y mente. Es importante que las personas aprendan a comprender y controlar mejor sus estados emocionales y psicológicos para mejorar su salud física y su bienestar general.

Para quienes padecen trastorno de estrés postraumático, afecciones de ansiedad o manifestaciones psicosomáticas, es importante consultar con profesionales como psicólogos, fisioterapeutas y otros profesionales de la salud sobre sus condición para saber qué tipo de tratamiento es mejor para ellos. La fisioterapia y las actividades de movimiento pueden ser una parte muy útil del complejo tratamiento de estas afecciones.


En última instancia, la clave del éxito en el tratamiento de las manifestaciones psicosomáticas es un enfoque integral e individual centrado en las necesidades y objetivos de salud del paciente. Trabajar para cambiar la autopercepción y mejorar la confianza en uno mismo, así como mejorar la condición física y la salud, puede ayudar a las personas a lograr un alivio a largo plazo de los trastornos psicosomáticos. síntomas y mejorar su calidad de vida.


Monseñor. Daniela Dvorská

Trabajar para cambiar la percepción de uno mismo y mejorar la confianza en uno mismo, así como mejorar la condición física y la salud, puede ayudar a las personas a lograr un alivio a largo plazo de los síntomas psicosomáticos y mejorar su calidad de vida.

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